El monólogo suele ser de una sinceridad terminante. No hay interlocutor con quien medirse. El diálogo suele ser de una cómplice sinceridad: en el mejor de los casos es tu palabra junto a la mia. Pero más allá del diálogo aparece ya el espectador y el testigo. La sinceridad se ha hecho imposible. Más allá del diálogo empieza la representación. Rafael Argullol

miércoles, 22 de septiembre de 2010

con Isa en la unidad

Las chicas de la Liga de Patinaje Artístico de Envigado

El Tio Javi con la Tia Kat e Isa

Con la Princesa más linda del mundo

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