El monólogo suele ser de una sinceridad terminante. No hay interlocutor con quien medirse. El diálogo suele ser de una cómplice sinceridad: en el mejor de los casos es tu palabra junto a la mia. Pero más allá del diálogo aparece ya el espectador y el testigo. La sinceridad se ha hecho imposible. Más allá del diálogo empieza la representación. Rafael Argullol
miércoles, 22 de septiembre de 2010
con Isa en la unidad
Las chicas de la Liga de Patinaje Artístico de Envigado
JOSUÉ CARANTÓN SÁNCHEZ Maestro en Bellas Artes Especializado en Pintura Especialista en Gestión Cultural Magister en Historia del Arte cel 301 6900419 e-mail: josue.caranton@gmail.com
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