El monólogo suele ser de una sinceridad terminante. No hay interlocutor con quien medirse. El diálogo suele ser de una cómplice sinceridad: en el mejor de los casos es tu palabra junto a la mia. Pero más allá del diálogo aparece ya el espectador y el testigo. La sinceridad se ha hecho imposible. Más allá del diálogo empieza la representación. Rafael Argullol

jueves, 20 de noviembre de 2008

días sin escribir


El horror se inicia cuando no tengo el portatil encendido, pues siendo parte de la seguridad democrática fue robado del apartamento, con otras cosas. Esto frenó mis impulsos literarios y me dejó en una situación de vulnerabilidad frente al mundo, que de no haber sido por la amistosa mano de una amiga, hubíeran pasado 15 días de mi vida sin pena ni gloria y lo más grave sin saber nada del mundo.

Cuando, por fín, tengo posibilidades de acceder a este mundo, el horror se torna en terror, los dioses se han confabulado contra esta tierra PARAdisíaca, los volcanes estallan, el nuevo Rey David es destronado por un miserable chip, San Obama hace su primer milagro y en menos de dos días convierte a nuestro uberrimo personaje en un adalid de la justicia y el respeto a los derechos humanos. Y todo esto pasaba mientras yo me debatía entre comunas incomunicadas y concertaciones no concertadas, entre cooperantes no cooperados, entre egos, egos y más desasosiegos.

Por fortuna una mirada y unos ojos verdes me sacan del marasmo y el hastío. Unos monólogos andinos me remontan a mis días de soñador. Un roce, un abrazo, un café y una sonrisa me seducen y transportan en copos de algodón y solo el rechinar de un bus frenando me vuelven a la realidad.

Gente que lee, rie y pregunta, libro comenzado, comentado y disfrutado. Si Hector supiera que su libro El amanecer de un marido, son las biografías nuestras, y que aún estamos preguntándonos, cómo y cuándo nos vió en cada uno de los momentos que describe y relata, si él fuera comerciante estaría pensando en dedicarse a los seudoestudios psicológicos y sociológicos y no a la literatura, pues los hibridos literarioscientíficos se venden como best sellers, o sino que lo digan los Coelho, Melo y demás filósofos de orinal.

Aún los ojos verdes rondan en mi cabeza, aún esa sonrisa está presente, aún despues de subir al bus que va para la gobernación. to be continued...

miércoles, 5 de noviembre de 2008

¿Qué hago?



Tampoco es la palabra la que cura,
es su ausencia,
que sin embargo no es carencia,
es la potencialidad absoluta
de su silencio..."
Fabio Alberto Ramirez T. MD

Suelen llegar cartas y preguntas todos los días que traen rezagos de tiempo lejanos y nostalgías caducas. Suelen venir cargadas de inquietudes, quejas y desasiegos. Suelen venir de la manera mas inesperada y suelen llegar en los momentos más inoportunos. Y como en las emisoras de pueblo suelen venir cargadas de vacíos, de encuentros y desencuentros, todas tienen algo en común, quieren respuestas, recetas inmediatas y efectivas para que los saque del marasmo en el que se encuentran.

Como la condición del ser humano es ser errantes y esquivos, por tanto no aplican aqui las fórmulas sino que a cada uno le corresponde un aparte importante consigo mismo y a cada uno le implica una distinción personal. Ello multiplica exponencialmente las variables y las alternativas que cada uno podría emplear en asumir su situación y por ende enfrentarla. Cada tema es puesto en boca de distintas personalidades las cuales hacen sus aportes científicos sociales al tema. En un país como este, cualquiera que hable mierda sobre algo, adquiere ipso facto esa categoría y más si está en un antro del saber o le han publicado algo de lo mismo. Por tanto todo lo que se diga o se deje de decir aqui, no le importa a nadie y menos a usted, pues estas reflexiones son propiedad intelectual del que las necesita, no de alguien que este momento solo alimenta su morbo.

En primer lugar es recomendable abstenerse de entregar alguna de las vísceras del cuerpo, como por lo general entregan el corazón, les recuerdo que esa tripa se encuentra en tal desprestigio entre nosotros, los doctos del tema, que hemos entronizado una nueva viscera que nos parece más importante y vital para las relaciones de pareja, es decir el vilipendiado y poco resaltado: higado.

Como la imagen que tenemos del higado es casi siempre colgado en alguna carnicería y no pululando en vitrinas, ni estanterías como lo ha hecho el totalitario y egoista corazón, quien al lado de idiotas ositos o muñequitas o peluchitos o tarjeticas o en cuanta maricada a la sociedad hiperconsumista le haya dado por venderle a los cretinos, que incapaces de expresar sus sentimientos buscan en él unas disculpas, por si fallan las letras de los vallenatos o ya en plena decadencia, recurren a estas páginas para expresar su sentir.

Por lo tanto, le dedicaremos su sitio en el Parnaso del olvido. El hígado es la víscera social, la víscera más grande del cuerpo, la más pesada y por tanto la más difícil de llevar a cuestas, esa víscera que soporta con estoicismo no solo la intoxicación del alcohol sino la de las hamburguesas, las comidas enlatadas, las gaseosas, la alimentación de las ovejas mal alimentadas, desintoxican las anfetaminas de las mujeres profesionales, que solitarias en sus casas o apartamentos del Poblado, se atiborran de ellas para vencer la soledad y el egoísmo de una vida de triunfo y reconocimiento social.

El hígado soporta la cocaína, la marihuana y el éxtasis de los enfants terribles de nuestros hijos, los hijos de esta pútrida patria, la peor de todas, la que nos abandonó a la suerte de esta violencia. Soporta el barro biliar de la inmensa masa humana atascada en los interminables tacos de la ciudad primaveral, masa que odia al conductor del frente, al del lado, al de atrás; odia el reloj que dice que va a llegar tarde, odia al transeúnte que se mete entre los delgados espacios que los artefactos dejan.

El hígado soporta el ayuno del poeta y le regala la glucosa que necesita para seguir en pie...El hígado soporta el liquido bilioso del envidioso y la glotonería del desadaptado modo de vida norteamericano impuesto a los indígenas sudacas que no van a terminar de comprender que NUNCA VAN A SER DEL PRIMER MUNDO.

En cambio el corazón solo aporta sangre y mata llegado el momento, a cambio se eso pide amor y esa es una mercancía que se descontinuó hace mucho tiempo...El hígado, víscera más noble, no existe.

Esa es la corta historia del higado en los afectos, pues este "cerebro" detrás del poder es el que realmente sostiene las relaciones.


Veamos por qué. En primer lugar esta nación ha mediado las relaciones afectivas por el alcohol, social o no, esta práctica ha direccionado el rumbo de un alto porcentaje de las relaciones y ha dado las iniciativas ante tanta doble moral y mojigatería. En segundo lugar los alimentos o comidas, eventos sociales que permiten los encuentros y los acercamientos están determinados por su funcionalidad acorde a la fritanga, el chorizo, el huevo, el aguacate, los frijoles, la morcilla, el maduro y otras explosivas sutilezas gastronómicas, tan nuestras.

¿Qué hago?, es una frase que casi siempre termina cualquier carta o diálogo sobre el asunto y como nosotros no tenemos ni idea de qué responder, nos reunimos en la "oficina" a fabricar teorías y posibles lecturas especulativas. En ellas damos cuenta de nuestras experiencias casi siempre caóticas y con resoluciones peores que las consultadas, y mediante el sistema académico contemporáneo de "habla mierda tú, que luego sigo yo", llegamos a elaboradas conclusiones que son transmitidas por uno o por varios de los asistentes al paciente en cuestión. Esto es lo que llamamos terapia de grupo.

La terapia a devuelto a la vida más personas que el sistema de salud nacional y cada uno de ellas con una regresión a la etapa preobnubilatoria decide darse un tiempo, que no sea mayor a 15 días, para volver a iniciar una relación que le destroce nuevamente la vida, pues sabe que la oficina siempre abrirá, no obstante sus dificultades económicas.

Suena el teléfono y ella iracunda vocifera que por qué sigo escribiendo estupideces en lugar de estar a su lado y luego de haberla dejado plantada en una esquina hace mas de media hora. Regañado guardo el texto, apago el pc y con cabeza gacha salgo abrigado con una bufanda. Ya en la calle enciendo un cigarrillo, y pienso que eso la va a molestar.

5 de noviembre de 2008


el arte, esa niña de la vida alegre



La pintura de Friedrich von Amerling (1803-1887)

Una mañana de un día sin lluvia, cosa que me extrañó, uno de nuestros dilectos usuarios de cierta actividad promotora de la cultura nacional me hace las siguientes preguntas: ¿Por qué pondrán siempre un cuadro detrás en todas las fotos de las artistas locales y de los moteles y los de los hostales y de los puteaderos y de las cocinas baratas? ¿Tendrán la finalidad de Formación de Públicos para el Arte,? demás que sí, pues no le veo otra rázon. ¿Quiénes serán los profesores o los maestros de tal encomiable labor tan perentoria?

Además de eso me cuenta que en estos días de sus vacaciones por la red porno, encontró una, nada más ni nada menos, que unos cuadros del Biedermeier alemán y me dice ¿Cómo les parece el diseñador, pimpollo será o macpollo o pollos mario? Y continúa su tragedia con: Viva el arte… Así sirva para todo… Hermosa Puta la del Arte… Todos lo manosean, comen de él, etc. Y el pobre ahí

Ante esta andanada y sin desayunar, como todo científico social que se respete procedí a sacar de sus dudas y a dar respuesta a nuestro amigo, le conté que según el filósofo contemporáneo Wikipedia: con el nombre de Biedermeier se conoce un estilo nacido, en origen, en las artes decorativas, durante la era de la Restauración (1815-48) en Alemania. Este término fue acuñado por dos escritores, Ludwig Eichrodt y Adolf Kussmaul en algunas poesías satíricas publicadas por un diario de Munich en 1855. Se caracteriza por su funcionalidad y confortabilidad, adecuada a la vida de la pujante burguesía de la época. Sus rasgos, en materia decorativa, son las superficies lisas, las firmes proporciones y la sobriedad de líneas, por oposición a la sofisticación del estilo Imperio. Otras cualidades de que goza son el empleo de la marquetería de maderas claras, en taracea o alternando con maderas oscuras. El término se aplicó también a los objetos de cristal y porcelana creados para armonizar con las decoraciones. Estos cristales son de tipo compacto, tallados y frecuentemente realizados con colores vivos. Por extensión se conoció de esta manera un género de pintura que reflejaba el pequeño mundo burgués, afable y conformista. Se caracteriza por la profunda y detenida descripción del ambiente y los objetos. Entre estos pintores destacan, como ejemplo, F. G. Waldmüller, austriaco, y el suizo J. L. Agasse.

Como se puede observar en la obra de Friedrich von Amerling que aparece en pantalla la manifiesta ternura y el estado postorgásmico de la fémina cargan la escena de un erotismo solo comparable al de Nobokov con su Lolita y resemantizada en el nuevo siglo por Alizeé, la cantante francesa con su Moi Lolita, que también esta en pantalla. La ternura característica esencial de nuestra política de inseguridad democrática genera en el paciente un grado de confianza tal que puede ir directo al descabelladero, sin atisbar ningún peligro y de paso dejarse seducir por la vampiresa en cuestión. Si establecemos la relación Arte, Eros y Tanathos encontramos un equivalente directo en la cotidianidad que permite deducir el efecto anestésico del ejercicio y de la operación en todo el accionar posterior, lo que es decir que como una recua seguimos las directrices de quien lleva el cabestrillo.

Como dice mi siquiatra favorito, "estamos adocenados, aborregados y en manada, con la única esperanza del verle el culo a la oveja que va adelante", en estás sabias palabras encontramos el atractivo encanto que tiene para la mente el dejarse seducir y de paso ser utilizadas por los victimarios del placer. Sin una obra de arte, aliado del poder y de los poderosos, no tendrían razón de ser tantos objetos reenmascarados por la publicidad, ya quedarían sin sentido esas pieles y esos cuerpos que se repiten y repiten, cambiando tan solo el tono de la melanina, pero buscando que se nos activen la prolactina, la dopamina, la noradrenalina, la luliberina y la occitocina.

Las obras de arte y sus artistarados no forman, deforman en complicidad de los censores oficiales, es decir las facultades de arte, los mass media y la opinión púbica, por que como decía Balzac en 1831 en "La piel de zapa":

-¡Sí, señor! el gobierno de los tiempos actuales es el arte de hacer reinar a la

opinión pública.

-¿La opinión? ¡Si es la más viciosa de todas las rameras! A dar oídos a las

predicaciones moralizadoras de los que os consagráis a la política. habría que

preferir vuestras leyes a la Naturaleza, la opinión a la conciencia. ¡Todo es verdad y

todo es mentira! Si la sociedad nos ha proporcionado el plumón de las almohadas,

ha compensado el beneficio con la gota, así como ha ideado el procedimiento para

atemperar a la justicia y ha puesto los resfriados a continuación de los chales de

cachemira.

Esta encomiable tarea está perfectamente analizada y planeada desde las esferas del gran Hermano, quién en su soleo paupérrimo vocifera y repite discursos sin sentido, pues lo que se diga, parecíera que ya no importa, solo el decir. Acuérdate de la lora que siempre había en la casa de una tía abuela.

Con respecto al parecer del diseñador o la escuela mencionada me permito hacer un diagnóstico muy contemporáneo ya que al igual que en el resto de las manifestaciones, en la pintura el estilo Biedermeier se refleja el ámbito burgués, sencillo, gozoso, afable y conformista.

De forma similar que a comienzos del siglo XIX, donde la supuesta burguesía exigía algo que hasta entonces había estado reservado a un selecto círculo de consumidores, y deseaba objetos con estilo propio, hechos de diversos materiales, lo que fue posible gracias a la mejora de los sistemas de producción. Igual sucede hoy, y como nosotros no tenemos burguesía, por aquello de los burgos, con los nuevos “narcoparacoempresarios” se dinamizó la economia y así surgió una oferta de amplia gama, que abarca desde los costosos bienes de lujo hasta los sustitutos más baratos. No es gratis que quienes más consuman tecnologías, que no saben para que sirven ni las necesitan, sean gentes venidas de las condiciones socioculturales más ubérrimas de nuestras sociedad.

Y ya los dejo que voy a comprarme el nuevo Nokia N96 que trae cinco canales, para poder ver, dónde me encuentre, las sabias e inteligentes palabras de nuestra estadista Vicky.

5 de noviembre de 2008

lunes, 3 de noviembre de 2008

La ciudad, mi ciudad? Crónica



Es difícil contar los sucesos que a diario le acontecen cuando uno está viviendo en una ciudad extraña, llena de gentes diferentes, con gustos e inquietudes distintas, pero sobretodo, gente uno no conoce y con la cual, aparte de un saludo, no se mantiene ningún tipo de vínculo o relación. 

Estando en casa en un puente o lunes festivo, el cual es, ha sido y será una mierda; en ese cierto día de octubre me llegué a encontrar en la absoluta miseria, pues nunca me había sentido como uno más, nunca como un cero a la izquierda o como un don nadie, nunca había estado tan compenetrado entre mis pensamientos y mis realidades relacionales. La soledad y el desasosiego eran las constantes, vacío de gente, de afectos, de sueños y de amistades. Los pocos que existen habían aprovechado el emiliani para mandar al carajo la ciudad, aunque ellos y otros digan que es por ir a la finca o por darle un descanso a los chicos, en el fondo, ellos también están mamados de esta ciudad, de sus famosos empresarios líderes y de sus delincuentes al por mayor. 

Asi que solo y sin un centavo encima decidí enfrentar el güiquen y ver que me sucedía. Lo primero en estas situaciones como recomiendan los manuales publicados hasta hoy, es coger el celular y comenzar a llamar a cuanta nena este registrada para que su compañia sea un placebo para el aburrimiento. Una, dos, tres,.. más de diez llamadas fueron realizadas casi todas sin éxito, las que respondieron no estaban en la ciudad y las que no respondíeron,  que fueron casi todas, me confirmaron la investigación, que se puede resumir en que cuando una persona no responde un celular un fin de semana o puente es que está tirando o haciendo el amor, una de dos.

Con un panorama tan poco alentador decidí enfrentar el reto de permanecer tres días encerrado y además llegar al martes triunfante. La tarea no comenzó fácil pues la alcancia de moneditas de $500 estaba vacía y solo arrojó para cigarros y sobrecitos de café instantáneo. Este hecho me recordó que un compañero de la universidad me decía que él le debía la vida de universitario al moresco y al caldo de gallina en cubos y dije, como un buzo haciendo una apnea,... con esto, hasta el martes. 

Las distintas películas y los libros no mitigaron mi estado, incluso algunos lo alcanzaron a aumentar, estar postrado y sin nadie al lado me ponía en un dilema temporal, ¿qué mierda hago sólo en Medellín?  En esta ciudad llamada, la tacita de plata,... pero de sóla plata, porque ya parececíera que la gente no importara, solo el bisnes y la vuelta. En fín para no sentirme peor decidí comenzar a caminar por las calles de Boston en un ir y venir que me arrojó a lugares y carreras plagadas de gente durmiendo en los rincones de las fachadas de casas y edificios, dando a entender el por qué se dice que la ciudad es tan acogedora.

Como no soy de acá no puedo exagerar pero diré que vi más de 100 personas durmiendo o arrunchados en calles que van desde Argentina a Ayacucho, entre la Oriental y la 39. personas que a nadie le importan, tanto es asi que en el edificio en el que vivo preocupados por esta situación algunos no saben si echarles ácido o contruir una malla para que no se apropien del espacio de la fachada. Como sea a mi ya me empieza a preocupar, pues al paso que vamos, pronto seremos uno de ellos y me parece maluco lo del ácido.

Lo que quiero contar es que en ese estado o trance, tomé la decisión de regresar a la capital del país y dejar la ciudad, así que el miercoles me largo y mando todo a la basura. 

Comencé a planear mis próximos días, semanas y meses en Bogotá, de lo que haría y de lo que no, llamé amigos y conocidos para preguntarles sobre la decisión. Los de acá que no me fuera y los de allá que bienvenido. 

En este ir y venir telefónico y electrónico mi cabeza aumentaba las dudas que traería tan trascendetal decisión, puesto que irme representaría dejar lo construido acá a lo largo de 11 años y llegar allá sería comenzar de ceros, asi que era determinante y fundamental que la decisión que estaba a punto de tomar fuera tomada con la sensatez, responsabilidad y seriedad del caso. 

Por ello la única moneda de $500 que quedaba en mis bolsillos al lanzarla al aire cayó mostrando el árbol de guacarí que me decía que debía permanecer en Medellín.

Lunes festivo 3 de noviembre de 2008