El monólogo suele ser de una sinceridad terminante. No hay interlocutor con quien medirse. El diálogo suele ser de una cómplice sinceridad: en el mejor de los casos es tu palabra junto a la mia. Pero más allá del diálogo aparece ya el espectador y el testigo. La sinceridad se ha hecho imposible. Más allá del diálogo empieza la representación. Rafael Argullol

miércoles, 5 de noviembre de 2008

el arte, esa niña de la vida alegre



La pintura de Friedrich von Amerling (1803-1887)

Una mañana de un día sin lluvia, cosa que me extrañó, uno de nuestros dilectos usuarios de cierta actividad promotora de la cultura nacional me hace las siguientes preguntas: ¿Por qué pondrán siempre un cuadro detrás en todas las fotos de las artistas locales y de los moteles y los de los hostales y de los puteaderos y de las cocinas baratas? ¿Tendrán la finalidad de Formación de Públicos para el Arte,? demás que sí, pues no le veo otra rázon. ¿Quiénes serán los profesores o los maestros de tal encomiable labor tan perentoria?

Además de eso me cuenta que en estos días de sus vacaciones por la red porno, encontró una, nada más ni nada menos, que unos cuadros del Biedermeier alemán y me dice ¿Cómo les parece el diseñador, pimpollo será o macpollo o pollos mario? Y continúa su tragedia con: Viva el arte… Así sirva para todo… Hermosa Puta la del Arte… Todos lo manosean, comen de él, etc. Y el pobre ahí

Ante esta andanada y sin desayunar, como todo científico social que se respete procedí a sacar de sus dudas y a dar respuesta a nuestro amigo, le conté que según el filósofo contemporáneo Wikipedia: con el nombre de Biedermeier se conoce un estilo nacido, en origen, en las artes decorativas, durante la era de la Restauración (1815-48) en Alemania. Este término fue acuñado por dos escritores, Ludwig Eichrodt y Adolf Kussmaul en algunas poesías satíricas publicadas por un diario de Munich en 1855. Se caracteriza por su funcionalidad y confortabilidad, adecuada a la vida de la pujante burguesía de la época. Sus rasgos, en materia decorativa, son las superficies lisas, las firmes proporciones y la sobriedad de líneas, por oposición a la sofisticación del estilo Imperio. Otras cualidades de que goza son el empleo de la marquetería de maderas claras, en taracea o alternando con maderas oscuras. El término se aplicó también a los objetos de cristal y porcelana creados para armonizar con las decoraciones. Estos cristales son de tipo compacto, tallados y frecuentemente realizados con colores vivos. Por extensión se conoció de esta manera un género de pintura que reflejaba el pequeño mundo burgués, afable y conformista. Se caracteriza por la profunda y detenida descripción del ambiente y los objetos. Entre estos pintores destacan, como ejemplo, F. G. Waldmüller, austriaco, y el suizo J. L. Agasse.

Como se puede observar en la obra de Friedrich von Amerling que aparece en pantalla la manifiesta ternura y el estado postorgásmico de la fémina cargan la escena de un erotismo solo comparable al de Nobokov con su Lolita y resemantizada en el nuevo siglo por Alizeé, la cantante francesa con su Moi Lolita, que también esta en pantalla. La ternura característica esencial de nuestra política de inseguridad democrática genera en el paciente un grado de confianza tal que puede ir directo al descabelladero, sin atisbar ningún peligro y de paso dejarse seducir por la vampiresa en cuestión. Si establecemos la relación Arte, Eros y Tanathos encontramos un equivalente directo en la cotidianidad que permite deducir el efecto anestésico del ejercicio y de la operación en todo el accionar posterior, lo que es decir que como una recua seguimos las directrices de quien lleva el cabestrillo.

Como dice mi siquiatra favorito, "estamos adocenados, aborregados y en manada, con la única esperanza del verle el culo a la oveja que va adelante", en estás sabias palabras encontramos el atractivo encanto que tiene para la mente el dejarse seducir y de paso ser utilizadas por los victimarios del placer. Sin una obra de arte, aliado del poder y de los poderosos, no tendrían razón de ser tantos objetos reenmascarados por la publicidad, ya quedarían sin sentido esas pieles y esos cuerpos que se repiten y repiten, cambiando tan solo el tono de la melanina, pero buscando que se nos activen la prolactina, la dopamina, la noradrenalina, la luliberina y la occitocina.

Las obras de arte y sus artistarados no forman, deforman en complicidad de los censores oficiales, es decir las facultades de arte, los mass media y la opinión púbica, por que como decía Balzac en 1831 en "La piel de zapa":

-¡Sí, señor! el gobierno de los tiempos actuales es el arte de hacer reinar a la

opinión pública.

-¿La opinión? ¡Si es la más viciosa de todas las rameras! A dar oídos a las

predicaciones moralizadoras de los que os consagráis a la política. habría que

preferir vuestras leyes a la Naturaleza, la opinión a la conciencia. ¡Todo es verdad y

todo es mentira! Si la sociedad nos ha proporcionado el plumón de las almohadas,

ha compensado el beneficio con la gota, así como ha ideado el procedimiento para

atemperar a la justicia y ha puesto los resfriados a continuación de los chales de

cachemira.

Esta encomiable tarea está perfectamente analizada y planeada desde las esferas del gran Hermano, quién en su soleo paupérrimo vocifera y repite discursos sin sentido, pues lo que se diga, parecíera que ya no importa, solo el decir. Acuérdate de la lora que siempre había en la casa de una tía abuela.

Con respecto al parecer del diseñador o la escuela mencionada me permito hacer un diagnóstico muy contemporáneo ya que al igual que en el resto de las manifestaciones, en la pintura el estilo Biedermeier se refleja el ámbito burgués, sencillo, gozoso, afable y conformista.

De forma similar que a comienzos del siglo XIX, donde la supuesta burguesía exigía algo que hasta entonces había estado reservado a un selecto círculo de consumidores, y deseaba objetos con estilo propio, hechos de diversos materiales, lo que fue posible gracias a la mejora de los sistemas de producción. Igual sucede hoy, y como nosotros no tenemos burguesía, por aquello de los burgos, con los nuevos “narcoparacoempresarios” se dinamizó la economia y así surgió una oferta de amplia gama, que abarca desde los costosos bienes de lujo hasta los sustitutos más baratos. No es gratis que quienes más consuman tecnologías, que no saben para que sirven ni las necesitan, sean gentes venidas de las condiciones socioculturales más ubérrimas de nuestras sociedad.

Y ya los dejo que voy a comprarme el nuevo Nokia N96 que trae cinco canales, para poder ver, dónde me encuentre, las sabias e inteligentes palabras de nuestra estadista Vicky.

5 de noviembre de 2008

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