El monólogo suele ser de una sinceridad terminante. No hay interlocutor con quien medirse. El diálogo suele ser de una cómplice sinceridad: en el mejor de los casos es tu palabra junto a la mia. Pero más allá del diálogo aparece ya el espectador y el testigo. La sinceridad se ha hecho imposible. Más allá del diálogo empieza la representación. Rafael Argullol

jueves, 23 de septiembre de 2010

El mejor amigo


Me ha gustado esta imagen encontrada el Blog LUMIUCA. Esto ya no es lo que era. Marilyn Monroe cantaba aquello de "los diamantes son el mejor amigo de una mujer" y ahora por lo visto "el mejor amigo de una mujer, es su mano derecha". ¿Será verdad?

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