El monólogo suele ser de una sinceridad terminante. No hay interlocutor con quien medirse. El diálogo suele ser de una cómplice sinceridad: en el mejor de los casos es tu palabra junto a la mia. Pero más allá del diálogo aparece ya el espectador y el testigo. La sinceridad se ha hecho imposible. Más allá del diálogo empieza la representación. Rafael Argullol

domingo, 24 de octubre de 2010

Un regalos desde Sudáfrica

MUELLE

NOBEL´S SQUARE
TOWN SHIP Barrio Pobre
Me recuerda a Coetzee y sus historias
TABLE MOUNTAIN
SIGNAL HILL

RUTA DEL VINO

CIUDAD DEL CABO


Ciudad del Cabo

JOHANESBRUGO
CABO DE LA BUENA ESPERANZA

WATERFRONT

No hay comentarios: