Fueron horas y horas de deambular por calles y rincones de una ciudad desconocida, de encontrarse con gentes que en medio de las vicisitudes y las dificultades, siempre piensa y cree que existe un futuro mejor. Gentes que buscan pero que casi nunca encuentran las respuestas, pues las preguntas cambian cada temporada, como la moda. Ilusiones, desencantos, sueños y realidades se conjugan en la cotidiana maraña de la vida, la caja de Pandora explota y sólo deja eso que ya a nadie le sirve, la esperanza.
viernes, 17 de abril de 2009
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