El monólogo suele ser de una sinceridad terminante. No hay interlocutor con quien medirse. El diálogo suele ser de una cómplice sinceridad: en el mejor de los casos es tu palabra junto a la mia. Pero más allá del diálogo aparece ya el espectador y el testigo. La sinceridad se ha hecho imposible. Más allá del diálogo empieza la representación. Rafael Argullol

martes, 5 de abril de 2011

homenaje a José Manuel Arango














1 comentario:

Gabriel del Casal dijo...

Celebramos la nueva lectura del texto de Carlos Enrique "Poesía política". Anoche en Casa Barrientos. Gajaka hizo sus pinitos con una presentación desinhibida sobre la tecnica de lectura de la poética aranguista.