El monólogo suele ser de una sinceridad terminante. No hay interlocutor con quien medirse. El diálogo suele ser de una cómplice sinceridad: en el mejor de los casos es tu palabra junto a la mia. Pero más allá del diálogo aparece ya el espectador y el testigo. La sinceridad se ha hecho imposible. Más allá del diálogo empieza la representación. Rafael Argullol

viernes, 31 de octubre de 2008

Pinturas Josué Carantón

Herberas, colección AC
acrílico /tela 50 x 70

Nenúfares, Colección JP
acrílico sobre tela 70 x 50

Las montañas de Medellín, 
acrílico sobre tela 70 x 50

MARINA, Colección MamAlineación al centroá

Octubre y otoño
acrilico sobre tela 70 x 50
Manigua y heliconia
acrilico sobre tela, 140 x 50

dilemas y complicaciones
Óleo sobre tela 180 x 110

Paisaje en Llanogrande
acrílico sobre tela

Niebla y alambres
óleo sobre tela 110 x 90 cms

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