El monólogo suele ser de una sinceridad terminante. No hay interlocutor con quien medirse. El diálogo suele ser de una cómplice sinceridad: en el mejor de los casos es tu palabra junto a la mia. Pero más allá del diálogo aparece ya el espectador y el testigo. La sinceridad se ha hecho imposible. Más allá del diálogo empieza la representación. Rafael Argullol

miércoles, 20 de enero de 2010

BODEGONES dibujos

Verduras para el almuerzo. lápiz grafito 2009
Cebollas- lápiz grafito. 2009

Lirio, lápiz grafito 2009


Girasol- Lápiz grafito 2009


Pera. Pastel 2009

No hay comentarios: